Y mis chanclas quedaron así:Eso que ya las había enjuagado cuando saqué la foto. El caso es que así que se puede hacer una imagen lógica de cómo quedaron mis pies; y si no, pues quedaron negros.
La verdad es que me divertí alguito pero no fue la mejor espumada a la que he ido. Equis razones, el caso es que llegué a las siguientes conclusiones:
1. Los prejuicios son malos. Varias personas me dijeron a los veinte minutos antes de irme, "que guapo, no me acerqué antes porque me daba miedo" o alguna variante más estúpida aún. Pues ni que mordiera y ni que fuera propuesta de matrimonio, nomás era bailar y/o besuquearnos.
2. Que salvaje es la gente. Tengo un moretón y varios dolorcillos de los empujones y golpes que me dieron en la espuma. O sea, si entiendo que no quieres estar en la espuma pero, ¿entonces para qué te metes? O sea, si no quieres mojarte pero si hay otros dos pisos, ¿qué haces en donde está todo mojado? O sea, ya vi que traes zapatos de cuero o tus tennis carísimos y si se mojan se arruinan pero, ¿eres estúpido o qué haces aquí?
3. Hacer una fiesta de espuma es fácil. Más de lo que uno puede pensar. Se compra el detergente más corriente que se encuentre en algún súper cercano, se le agrega kool-aid de fresa para que salga rosita y huela a fresa, se pone la lavadora en ciclo enérgico y ¡tarán! Diversión garantizada en tu propia casa inundada. Es que juro que lo que nos echaron ayer distaba de ser jabón especial ni nada, por la irritación que causó en mi piel y ojos, el olor y los pedacitos de jabón que caían junto con la espuma eran resultado de lo antes mencionado.
Pero independientemente de todo eso, ya tengo ganas de ir a otra.
La verdad es que me divertí alguito pero no fue la mejor espumada a la que he ido. Equis razones, el caso es que llegué a las siguientes conclusiones:
1. Los prejuicios son malos. Varias personas me dijeron a los veinte minutos antes de irme, "que guapo, no me acerqué antes porque me daba miedo" o alguna variante más estúpida aún. Pues ni que mordiera y ni que fuera propuesta de matrimonio, nomás era bailar y/o besuquearnos.
2. Que salvaje es la gente. Tengo un moretón y varios dolorcillos de los empujones y golpes que me dieron en la espuma. O sea, si entiendo que no quieres estar en la espuma pero, ¿entonces para qué te metes? O sea, si no quieres mojarte pero si hay otros dos pisos, ¿qué haces en donde está todo mojado? O sea, ya vi que traes zapatos de cuero o tus tennis carísimos y si se mojan se arruinan pero, ¿eres estúpido o qué haces aquí?
3. Hacer una fiesta de espuma es fácil. Más de lo que uno puede pensar. Se compra el detergente más corriente que se encuentre en algún súper cercano, se le agrega kool-aid de fresa para que salga rosita y huela a fresa, se pone la lavadora en ciclo enérgico y ¡tarán! Diversión garantizada en tu propia casa inundada. Es que juro que lo que nos echaron ayer distaba de ser jabón especial ni nada, por la irritación que causó en mi piel y ojos, el olor y los pedacitos de jabón que caían junto con la espuma eran resultado de lo antes mencionado.
Pero independientemente de todo eso, ya tengo ganas de ir a otra.
Disclaimer: No es cierto, no usen detergente Roma ni Kool-aid y mucho menos la lavadora.
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