Horas del viernes y yo sigo en el trabajo.
Técnicamente, ahorita tendría que estar mandando mi adelanto para la nota que presentaré el lunes.
Pero no sé que voy a entregar. Suspenderé temporalmente la escritura de este post para enviar algo antes que mi jefe me venga a cagotear por ineficiente.
17:23 pm. Sólo me tardé alrededor de 20 minutos en preparar algo que entregar.
¿Sólo? Es una eternidad. Una nota completa de 2300 caracteres tarda eso en ser redactada.
Bueno, por un buen reportero.
¿Quién dijo que yo era bueno?
Yo escribí 650 caracteres de adelanto en ese tiempo (a razón de una letra cada dos segundos, más o menos).
La perspectiva de mi hora de salida hoy no es muy alentadora, calculo que alrededor de las 20,30 podré partir.
Si consideran que hoy salí de mi casa a las 7,45 y empecé a trabajar efectivamente a las 8:30, eso significa que habré laborado doce horas. Diez, si le quitan las dos de comida.
Además de completar mis dos notas para la edición del lunes (porque ninguna de mis notas va para sábado), tengo que armar una agenda con lo que presentaré la próxima semana.
Claro que no tengo ni idea de qué habrá de venir, y entonces no sé que voy a presentar, ¿verdad?
Si yo supiera el futuro, podría ser mejor reportero porque me adelantaría a las noticias, pero como no tengo poderes síquicos me jodo y ando especulando a ver qué pasa.
El lunes no se trabaja, es día feriado. La mitad del periódico no va a venir. Pero yo sí, me tocó hacer guardia y fletarme aquí el día entero.
Quizá aproveche para limpiar mi escritorio, cosa que aún no hago.
Mi estilo de escribir es cada día más como el del periódico, ahora por más que me esfuerzo no me salen párrafos largos, me he acostumbrado a pensar ideas cortas.
Eso es bueno, también le ha dado algo de claridad a mi cabeza.
Al momento, no he hablado de mi jefe mucho en este blog.
Merecería un post entero, pero la verdad, me da miedo que alguien lo lea y me pueda meter en un problema.
Digamos que no es bueno ni es malo. Me ha ayudado mucho, pero también me ha cagoteado.
Me acaba de llegar un correo de él pidiéndome otro adelanto. Ya voy a dejar de escribir.
17:39. Para quien no crea que es posible escribir esos caracteres en ese tiempo, desde la hora fijada arriba al momento de terminar este punto, serán 2090 letras escritas en alrededor de 17 minutos.
Técnicamente, ahorita tendría que estar mandando mi adelanto para la nota que presentaré el lunes.
Pero no sé que voy a entregar. Suspenderé temporalmente la escritura de este post para enviar algo antes que mi jefe me venga a cagotear por ineficiente.
17:23 pm. Sólo me tardé alrededor de 20 minutos en preparar algo que entregar.
¿Sólo? Es una eternidad. Una nota completa de 2300 caracteres tarda eso en ser redactada.
Bueno, por un buen reportero.
¿Quién dijo que yo era bueno?
Yo escribí 650 caracteres de adelanto en ese tiempo (a razón de una letra cada dos segundos, más o menos).
La perspectiva de mi hora de salida hoy no es muy alentadora, calculo que alrededor de las 20,30 podré partir.
Si consideran que hoy salí de mi casa a las 7,45 y empecé a trabajar efectivamente a las 8:30, eso significa que habré laborado doce horas. Diez, si le quitan las dos de comida.
Además de completar mis dos notas para la edición del lunes (porque ninguna de mis notas va para sábado), tengo que armar una agenda con lo que presentaré la próxima semana.
Claro que no tengo ni idea de qué habrá de venir, y entonces no sé que voy a presentar, ¿verdad?
Si yo supiera el futuro, podría ser mejor reportero porque me adelantaría a las noticias, pero como no tengo poderes síquicos me jodo y ando especulando a ver qué pasa.
El lunes no se trabaja, es día feriado. La mitad del periódico no va a venir. Pero yo sí, me tocó hacer guardia y fletarme aquí el día entero.
Quizá aproveche para limpiar mi escritorio, cosa que aún no hago.
Mi estilo de escribir es cada día más como el del periódico, ahora por más que me esfuerzo no me salen párrafos largos, me he acostumbrado a pensar ideas cortas.
Eso es bueno, también le ha dado algo de claridad a mi cabeza.
Al momento, no he hablado de mi jefe mucho en este blog.
Merecería un post entero, pero la verdad, me da miedo que alguien lo lea y me pueda meter en un problema.
Digamos que no es bueno ni es malo. Me ha ayudado mucho, pero también me ha cagoteado.
Me acaba de llegar un correo de él pidiéndome otro adelanto. Ya voy a dejar de escribir.
17:39. Para quien no crea que es posible escribir esos caracteres en ese tiempo, desde la hora fijada arriba al momento de terminar este punto, serán 2090 letras escritas en alrededor de 17 minutos.
6 graznidos:
Estuvo genial el soliloquio, estimadísimo conejitocisne ;). Eso de las guardias, pues, sí fastidia; pero ya le tocará a alguien más y te acordarás desde tu camita, jeje. Cuídate mucho, un abrazo!
Bienvenido al mundo del trabajo en editorial. Yo por eso me salí.
Jo, jo. Lo más cercano a vivir en redacción fue cuando escribía para un suplemento quincenal en un periódico local de Oaxaca, lo bueno es que yo tenía quince días para escribir de casi cualquier tema (usualmente eran todo menos reportajes, los artículos aburridos y choreros estaban de moda)...
Creo que por eso le saqué a eso de la escrebeida en los preiódicos, jo jo.
Saludos!
yo debo escribir ideas cortas. Porque luego comienzo a explayarme y no hay quien me paren. En la maestría, en la udg, me regañaban mucho por eso. Ahora uso más puntos que comas porque así por lo menos puedo ir cortando mis ideas. Por eso dudo mucho que pueda trabajar en un periódico.
A mi ni escribiendo ni hablando me para la gente el pico, mi profeción pèrfecta debería de ser la de merolico, me cae.
Tu echale ganas yo tambien trabajo el lunes, pssss en un hotel, nos vamos a ir al cielo con todo y chanclas.
Ya extraño una firmita de usted.
Saludos.
Publicar un comentario