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A diferencia de lo que se ve en una película o en un programa de televisión o en un libro, en la vida real cuando termina una historia comienza otra. No importa que tan bien o que tan mal hayan salido las cosas, siempre está la posibilidad de empezar de nuevo en otro lugar, en otra parte, en otras circunstancias.
Durante mucho tiempo he pensado que el amor era unicamente una cuestión de felicidad perenne, que era ilimitado e interminable. Hoy ya no creo que eso sea cierto, que es también preocupación y dolor, confianza y esperanza. No es fácil pero tampoco debe ser imposible. El amor es muchas cosas juntas pero que al final son lo mismo.
¿Qué hay después de él? Lo mismo pero diferente. Otra cosa. Mil cosas.
3 graznidos:
Me alegro, al parecer ya estás mejor. Ya verás que llega porque llega. ¿cuándo? quien sabe
Alguna vez tu me dijiste que hay que dejar que las cosas que ya no nos sirven se vayan, sacarlas del corazón, porque si no se apestan y hacen más daño. Gracias.
O sea que usted es un amoroso de los Marca Sabines, de los que no creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
Aguas con eso, creer en la realidad es el primer paso para convertirse en una persona cualquiera, desear tener una casa bonita y un coche para presumirle a los amigos.
Aguas, porque al rato terminará escribiendo Best Sellers.
Yo soy más bien de los amorosos marca Benedetti, de los que dicen No te salves.
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