viernes, 22 de enero de 2010

Mañana

La cosa está así: Mañana me va a cambiar la vida.

No sé si para bien o para mal o para dónde.

Estoy nervioso y tengo miedo y ansias y expectativas. Todo mezclado. No es buena idea, es como una receta para cocktail molotov.

Hoy tendría que haber uno de esos grandes posts inspirados, con muchas letras y hartas figuras descriptivas y esas cosas que yo escribo en este blog. O intento, pues.

Pero no me sale.

Puedo, sin embargo, prever algo: Si mañana hay post, seguro las cosas no salieron nada bien. Just for the record.

jueves, 14 de enero de 2010

Cómplice

Te propongo un negocio.

Prometo ser tu camarada, serte solidario, manifestarte mi cariño. Que sepas que puedes contar conmigo, no hasta uno o hasta más allá del milochomil, sino contar para todo lo que sea necesario.

Quiero compartirte lo maravilloso y lo bueno y a veces también lo malo porque sé que también pasa y no me vayas a creer ingenuo para pensar que la luna brilla todas las noches pero creo que a tu lado igual todo parece menos difícil.

Te puedo ofrecer todo y a la vez no te ofrezco nada, porque quiero serte honesto. No te voy a mentir porque no se me hace justo y por eso te ofrezco toda mi verdad. Tienes ahí, entonces, el tamaño del trato: no tiene dimensiones pero está definido lo que es.

Para esto no hay manuales, porque aunque podría haber varios escritos, no quiero que seas presa de manías ni de furias ni de obsesiones. Tampoco tiene fechas porque lo que tiene un principio tiene un fin y mejor prefiero que en ese asunto específico haya un tono de vaguedad para que cada día sea la primera vez de lo que sea necesario y me encuentres algo de interesante y también para que con la ventaja del hábito te sea conocido mi panorama.

No me gusta poner nombres a lo innombrable: yo te seguiría queriendo independientemente del nombre que tú y yo, y que los otros también, pongan a esto que siento por tí.

Por eso, te lo pido: Sé mi cómplice.

Yo te quiero.

martes, 12 de enero de 2010

Noa para el Conejo Pestilente

No puedo ver la foto, me pide un password.

Si te es más fácil, puedes mandarme un mail a conejitocisne@gmail.com

Gracias!

sábado, 2 de enero de 2010

Cuando Caperucita se dio cuenta que era una pendeja

"Derechito en el camino, no te distraigas ni te desvíes", le dijo su mamá, y Caperucita debió haberla escuchado. Pero es que él se veía tan agradable.

En general siemprea había sido muy cuidadosa, pero esta vez, con el Lobo, se sintió emocionada y, aún con un poco de temor, la novedad era mucha. Él había prometido enseñarle unas flores maravillosas, que ella no había visto en otro lugar, y como se le ocurrió que era buena idea llevarle un ramo a la Abuelita, pues decidió seguirlo.

¿Cómo iba a saber lo que le esperaba? ¡Claro que lo debió haber sabido!

El Lobo, como buen lobo, nunca negó que lo era. Quizás había mentido un poco, pero en realidad, ¿de quién era la culpa, de la Caperucita que se deja seducir o del que sólo sonríe? Incluso, él le enseñó los dientes, muestra clara de que lo que se avecinaba no era bueno, pero ella que era ingenua, rayando en lo pendeja, incluso lo hayó gracioso.

"Acércate", dijo el Lobo. Y ahi va, la muy tarada, con todo y la temblorina de la expectativa y el temor, a esperar que algo maravilloso sucediera.

Y claro que lo único que pasó es que el Lobo se la tragó.

De cómo la rescataron, y lo que pasó con el Lobo es parte de otra historia, que no necesariamente cabe aquí.

No fue hasta que vio la luz que se dio cuenta que por más que traigas una capa roja, no hay que tenerle demasiada fe a que te proteja de los extraños. También, que por más bonitas que sean las flores, siguen teniendo espinas. Y por último, que ahora sabía cosas que no conocía antes, y que por más que lo emocionante sea excitante, lo bueno y lo agradable no siempre son la misma cosa.

"Es bueno saber mucho, pero un tantito, no", se lamentó Caperucita, pensando lo que le habían costado las enseñanzas.

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Ya te conocía, mi Lobo. No me engañas, no eres un pato, lo sabes tan bien como yo; un pato nunca haría ciertas cosas. Estoy seguro que te había visto pasar, porque en tres años no coincidir es imposible, e incluso, tú pasaste por aquí, por este blog, y yo también había hecho lo propio, alguna vez. Estoy seguro que no lo sabes, porque tú mismo has admitido que no prestas atención a los detalles, pero mi memoria, que es traicionera y convenenciera se acuerda de tí de antes. No sé si ahora que aterrizaste en mi vida fue una vuelta más del destino o porque ahora sí nos tocaba juntarnos.

viernes, 1 de enero de 2010

Propósitos con pasión

Como cada año, haré publicos mis propósitos en este, su humilde blog, para recordarme que tengo ciertas cosas que tengo que cumplir.

Pero antes, evaluemos qué pasó con los del año pasado.

Propósito2009 número 1. Titularme. No lo hice, cero excusas. Me doy un poco de pena ya.
Evaluación: Epic fail.

Propósito2009 número 2. Ahorrar el diez por ciento de mi sueldo, íntegramente. Ok, el asunto estuvo así. La parte buena: si ahorré, si balancee mi deuda. La mala: me gasté los ahorros en un par de viajes y acabaré de pagar mi deuda hasta febrero de este año. Soy más responsable financieramente pero sin resultados concretos para mostrar.
Evaluación: Barely pass.

Propósito 2009 número 3. Hacer ejercicio y comer saludable (para verme como el modelo de esta foto, que para verla tienen que dar click aquí). Esto si lo hice. Me inscribí en el gym en enero pasado y luego, en agosto, al no ver tanto resultado, comencé a modificar mis hábitos alimenticios. Y todavía no me veo como el modelo de la foto, pero podría acercarme un poco.
Evaluación: Pass.

Ok pues, en general no lo hice del todo mal, pero no hay ningún exceed expectations o outstanding. Sin embargo, estoy satisfecho con lo que logré.

Y entonces, para anunciar las metas del 2010, un redoble de tambores (insertar aquí un redoble de tambores). Como contaba antes, este año quiero hacer las cosas con más cariño, que me gustan, que recuerde como una buena manera de haber vivido mi vida y no con arrepentimiento.

1. Entrar y mantenerme. No quiero ponerlo con todas las letras, siento que lo salo un poco, pero la mayoría sabe a qué me refiero. Quiero entrar ahí, en ese lugar, específicamente. Y para entrar, necesito acabar otros asuntos antes. Ahora, cosas del pasado ya no son fines, sólo son medios.

2. Lograr salud financiera. Creo que ya di los primeros pasos. Ahora, ya sólo falta eliminar totalmente mi deuda. Y además, quiero lograr algo más: tener ahorros de corto y mediano plazo y no sólo ahorrar por hacerlo.

3. Quererme más. Voy al gym, como sano, el tratamiento dental va en buen camino. Pretendo seguir eso. Pero todavía tengo que procurarme más a mí mismo. Me urge una visita médica que nomás he pospuesto. Y también, arreglarme un poco más, porque este año siento me volví (muy) fodongo porque pensaba que nadie ponía atención si me cambiaba la corbata o usaba la misma tres días seguidos; al fin entendí que me debo vestir para agradarme a mí mismo, no para que alguien me crea bonito.

4. Vivir en paz con el amor. Dejarlo entrar, que se quede en mi vida, y si se va, ahora ya sé también que es parte del proceso y que no tengo que castigarme ni castigar a los demás por eso. Y también, demostrarle lo que siento a las personas que me importan: ser más generoso, más cariñoso.

Y listo. A comenzar con muchísimas ganas.

Pd. Quiero aprovechar para agradecer a todos los que se toman la molestia de leer lo que escribo. Aunque en mucha medida, siento que este blog es un monólogo y que va dirigido más bien a mí, sé que muchos me leen y aprecio mucho se tomen la molestia. Feliz año, que cumplan todo lo que se propongan.