Todos flotan

En lo que hago un post con más forma, he aquí una chocoaventura de mi infancia.

Cuando era chiquito (de edad, no de estatura) le tenía pavor a los payasos de la tele. Los de la vida real no me daban miedo, pero que tal los que salen en las películas.

"Los Payasos Asesinos" es una película que vi en tercero de primaria y me causó traumas severos, entre los que se encontraban no comer algodón de azucar y no soportar las figuras de globos (actualmente ya superados).



Ahorita que reviví la escena, pues ya me dio mucha risa, porque la verdad es que la película si está bien coqueta, pero a la tierna e impresionable edad de diez años, claro que dejó en mi una serie de traumas increíbles.

Pero bueno, la que a la fecha me sigue causando pavor es "Eso, el payaso".

Cuando la vi, no recuerdo la fecha exacta, no pude dormir como un mes (bueno sí, dormía en la cama de mi hermana Melina). Fue una cosa espantosa, realmente terrorífica.

Ya no me da ese miedo irracional, pero tengo que confesar que incluso ahora tengo pesadillas con Pennywise. Y hace un par de años, que leí el libro lo tenía que dejar en la cocina por las noches (la cocina es lo más alejado de mi cuarto en la casa), no fuera a ser que el Payaso saliera de entre las páginas a jalarme los pies.



Ahorita que estaba viendo otra vez la escena, al momento 1:35 salté y tuve que subir mis piecitos a la silla.

Soy un miedica, pues.